«Hay quien nacido para predicador. Yo en cambio, he nacido para domar caballos.
Puedo lograr de ellos lo que quiera menos que hablen.»
Hombres errantes (1952)
Algunas llaves en el pasillo
Ola tras ola
Ocultan lo que revelan
Nadie camina
al final de una cuerda
dije
esa mancha corriendo
a través de su oscuridad
un hacha en el techo
duda
pierde su fe
pasa la vida si salva
solo mi suerte
conoce esa herida